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dc.contributor.advisorBaur, Vanesa
dc.contributor.authorIrasola, Fernando Miguel
dc.date.accessioned2016-03-14T17:02:05Z
dc.date.available2016-03-14T17:02:05Z
dc.date.issued2016-03-14
dc.identifier.urihttp://rpsico.mdp.edu.ar/handle/123456789/449
dc.descriptionCátedra o Seminario de Radicación: Psicología Clínicaes_AR
dc.description.abstractLa elección del tema que ocupa este trabajo está motivada en inquietudes referidas a la clínica; en tanto esta área de la psicología mueve mis deseos. La definición específica del tema es, en realidad, un punto de llegada; la conclusión de un trabajo que comenzó con la pregunta por el sujeto, en tanto es quien protagoniza la experiencia clínica. ¿Cómo podemos concebirlo? ¿Cuáles son sus determinantes? El psicoanálisis provee desarrollos teóricos que pueden guiar estas inquietudes por lo que a partir de sus planteamientos podría esclarecerse la complejidad de la temática, acotar la pregunta inicial y proveer un discurso que aportó una dirección específica a estos desarrollos. Justamente es la conceptualización del término sujeto para el psicoanálisis la que me condujo a la necesidad de un nuevo recorte: articular el término sujeto con el de goce. La pregunta inicial se reveló inconducente a los fines investigativos porque era demasiado amplia e inconsistente para un abordaje acotado. Por fin logré acotar la amplitud del concepto cuando pude, no solo relacionarlo al concepto de goce, sino articular el concepto de sujeto en función del concepto de goce. Por ello se eligieron los desarrollos específicos de El Seminario XX de Lacan (1972-1973), que abordan la cuestión del goce específicamente. Aun así acotada, la temática elegida tiene, sin embargo, una amplitud que bordea los límites -no solo de las pautas de este trabajo, sino del nivel de conocimiento que como estudiante puedo abarcar-, de cada línea expositiva se abren puertas con temáticas que no se pueden desarrollar, la importancia y el peso que estos términos tienen para la teoría hace que puedan articularse en casi todos los contextos posibles; separarlos para hablar específicamente de sus relaciones no es tarea sencilla. Más aún; diría que es imposible. No solo porque necesariamente hay un recorte subjetivo, sino porque no puede lograrse de manera perfecta, sin dejar restos. Pero aunque desestimemos las aspiraciones de completud, pienso que emprender esta tarea es valioso dado que las fallas se pueden seguir trabajando y dar lugar a investigaciones futuras Creo que el objetivo del trabajo no puede ser aspirar a un saber sin fallas, lejos estoy de agotar todas las incógnitas que me planteo, eso sería una omnipotencia injustificada que niega la permanente apertura que el Otro muestra cuando concluye en el significante de la falta. Por lo tanto, a pesar de la complejidad que describo, creo que la elección de un tema que muestra la permanente apertura del saber, es una manera de atenerse al discurso psicoanalítico, que al fundarse en la práctica clínica, postula que el saber nunca se completa porque algo queda siempre excluido. Se trata de una lógica del no-todo que posibilita pensar la falta -y elaborar la incertidumbre que la incompletud del conocimiento nos pueda causar-; sin intentar taponarla, porque de todas maneras no es evitable y además, nos conduce por el camino del deseo, campo fecundo de novedades que expresa la singularidad del posicionamiento propio, en vez del sometimiento a discursos de dominio, que tienden a la perfección a costa de excluir la novedad. Esta tensión entre el saber y los restos que permanecen aún pendientes, hace lugar a elaboraciones mínimas como esta, o creativas y fecundas como las de los autores a los que recurro para realizarla. En todo caso, hay algo permanentemente abierto, que genera preguntas y propicia a investigar. Como el psicoanálisis se aleja de postulados sustancialistas, prescinde de definiciones unívocas para estos términos, las definiciones no agotan lo que de ellos puede decirse, más bien puede pensarse como puertas de entrada a estos conceptos, porque no se espera que las definiciones simplemente designen cosas que existen positivamente en una realidad material objetiva. Por ello, los términos elegidos para este trabajo, no se agotan en una respuesta última. Siempre queda Aun algo por elaborarse y esto funcionará acicateando el discurso y los desarrollos de nueva producción teórica. Este trabajo no aspira a encontrar una supuesta verdad como respuesta última. Si esa verdad existiera podría hacerse un estudio totalmente objetivo y aséptico de los términos en cuestión, pero si no es ese el caso lo que se diga sobre el goce y el sujeto necesitará siempre de una postura ética y la búsqueda continua de un posicionamiento propio. Por lo tanto, no se pretenden descubrimientos novedosos, sino en todo caso, la reconstrucción de los términos en cuestión, en base a los relevamientos realizados sobre algunos autores, tratando de ordenar y articular los textos, según la lectura que, en tanto que concernido por estos temas, pueda hacer de ellos. El Seminario XX se encuentra al inicio de lo que sería la última etapa de la enseñanza de Lacan, donde la inclusión del goce va adquiriendo cada vez más peso; esto se manifiesta por la aparición de conceptos nuevos: lalangue, la letra, la no-relación sexual, el significante desarticulado de la cadena o necio, entre otros. Para elaborar los conceptos de goce y sujeto en el contexto de El Seminario XX recurro prioritariamente a los siguientes textos: No hay relación sexual, de Karothy R, Couso O., Coriat E., Gonzales O. y Staude O. (1993) El Goce, de Braunstein (1990) Además busco apoyo en varios textos de Lacan anteriores al texto de referencia: Subversión del sujeto y dialéctica del deseo (1960), La significación del Falo (1958), El Seminario XVI, De un Otro al otro (1964), entre otros. Y en otros de Freud, por ejemplo: Sobre la más generalizada degradación de la vida erótica (1912), Más allá del principio de placer (1920), o El yo y el ello (1923), entre otros. El trabajo se divide en tres capítulos y una conclusión. El primer capítulo consiste en una introducción a la concepción moderna del sujeto que se construyó como un contrapunto a la subversión del concepto de sujeto que elabora el psicoanálisis a partir de Lacan y que desarrollamos en el segundo capítulo. Para estos capítulos me atengo prioritariamente a las elaboraciones de Frydman (2012) en La subversión del Lacan, complementando con otras lecturas como por ejemplo la de El grafo del deseo, de Eidelsztein (2005), Žižek, S. (1989) El sublime objeto de la ideología o Cruz Vélez (1970) en Filosofía sin Supuestos. La primera parte describe características centrales del término sujeto para el pensamiento moderno, ¿Cómo surge en concepto? ¿Qué indica y que determinantes influyen en la concepción moderna? La segunda parte profundiza específicamente en la conceptualización del sujeto para el psicoanálisis, que implica una subversión con respecto al discurso de la modernidad dado que se abandona el sustancialismo y se lo sujeta al lenguaje. Pero no solo el lenguaje constituye al sujeto. El goce puede pensarse como lo que permanece excluido del campo de lo simbólico pero a la vez está imbricado en el lenguaje e impacta en el sujeto determinando su singularidad. Se especificarán las consecuencias de estas determinaciones y se incluirá progresivamente la temática del goce en función de los desarrollos sobre el sujeto. El tercer capítulo tratará prioritariamente del goce en base a como lo conceptualiza Lacan en los años 1972-1973, reelaborando lo desarrollado sobre el sujeto en el capítulo anterior según las nuevas coordenadas; con el objetivo de especificar el lugar del goce en relación al sujeto. El goce se caracteriza como aquello que está excluido de toda relación de intercambio, no hay relación sexual es una afirmación que Lacan hace en El Seminario XX, y que condensa el lugar de ex-istencia que ocupa el goce en la constitución del sujeto. Concluiremos con las especificaciones sobre las relaciones entre el goce y el sujeto en El Seminario XX, ello se hará sobre el final del trabajo, en las conclusiones, ¿Cómo se relaciona el concepto de sujeto, inherentemente relacional, con el goce en tanto es la no-relación por excelencia?, ¿qué relaciones tiene el sujeto con los tres tipos de goce?, ¿Cómo se presenta el goce en el campo lenguaje?, ¿Qué lugar del goce en la constitución del sujeto? Por ultimo quiero agradecer las intervenciones de mi supervisora, Mg. Vanesa Baur, la escucha de aquellos amigos que atestiguaron y padecieron la construcción de este trabajo, y sobre todo la paciencia de mi familia que sin su apoyo no podría haber contado con el tiempo necesario para su elaboración.es_AR
dc.language.isoeses_AR
dc.subjectgocees_AR
dc.subjectsujetoes_AR
dc.subjectjacques lacanes_AR
dc.subjectaunes_AR
dc.titleLa incidencia del goce en el sujeto en el Seminario “Aun” de Jacques Lacanes_AR
dc.typeThesises_AR


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