Mitos y creencias sobre los comportamientos suicidas en personal sanitario y de emergencias de la ciudad de Necochea
Fecha
2017-04-27Autor
Iribarne, Belén
Crugnale, Cecilia Ailín
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Cada año se suicida casi un millón de personas, lo que supone una tasa de mortalidad global de 16 por cada 100 mil habitantes o una muerte cada 40 segundos. La OMS (2016) estima que para el año 2020 el número de defunciones por esta causa crecerá un 50% para alcanzar las 1,5 millones de muertes anuales. En un tercio de los países del mundo las tasas de suicidio han ido en aumento, y en la actualidad el grupo de mayor riesgo es el de los jóvenes. En Argentina constituye la segunda causa de muerte para la población de 15 a 24 años (Ministerio de Salud de la Nación, 2015).
Al intentar comprender el suicidio se toma conciencia inmediatamente de su enorme complejidad como fenómeno a estudiar. A lo largo de la historia ha sido conceptualizado desde diversos enfoques: biológico, económico, sociológico, ético, psicológico, social, cultural, filosófico y religioso (Heyd & Bloch, 2001). Actualmente se habla de la Suicidología como un campo interdisciplinario que se ocupa del estudio de los comportamientos suicidas en su totalidad, su etiología, formas de evaluación, prevención y tratamiento, integrando los aportes de la psicología, la sociología, la psiquiatría, la genética, la neurobiología, la epidemiología, la bioética y la filosofía (O’Connor, Platt & Gordon, 2011). A pesar de ello, no hay consenso mundial respecto a cómo definir y qué comportamientos incluir bajo el término suicidio y esta falta de consenso se debe básicamente a la cuestión de la intencionalidad que subyace al acto (ver Barzilay & Apter, 2014; Gvion & Apter, 2012 Heilbron, Compton, Daniel & Goldston, 2010). Por un lado, desde Durkheim hasta el DSM-V (2013), están quienes sostienen que la denominación suicida implica el deseo, la intención de morir. Por otro, se argumenta que no es posible establecer taxativamente la intencionalidad que subyace a un acto autodestructivo; de hecho autores en esta línea se oponen a la denominación autolesiones no suicidas, debido al riesgo diagnóstico y pronóstico que puede implicar (Hawton, Saunders & O’Connor, 2012; Orlando, Broman-Fulks, Whitlock, Curtin & Michael, 2015).
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- Tesis de Grado [822]
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