Conductas de Autocuidado y Estilos de Personalidad en Psicólogos Clínicos
Fecha
2018-06-27Autor
Fabiani, Verónica
Lucero, Mariana
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
La salud y el trabajo están relacionados en un binomio bidireccional inseparable, en el cual cada factor puede influir positiva o negativamente al otro (Benavides, Ruiz-Frutos & García, 2007). Desde la década de los ’90, el mundo occidental atraviesa un proceso de transformación y globalización socioeconómica y laboral que nuevamente se está intensificando con el avance tecnológico y de Internet. Estos cambios en la producción, las reformas legislativas y las nuevas formas de organización del trabajo exigen a las personas hacerles frente, adaptarse y, en ocasiones, pueden repercutir en su salud. Redondo (2008) sostiene que es necesario entender la lógica de estas nuevas formas de trabajo, ya que existen aspectos del ámbito laboral que pueden promover el rendimiento y la salud de los trabajadores, o bien perjudicarla. En el primer caso, el trabajo puede contribuir a la mantención y/o promoción de la salud (Parra, 2003; Trucco, 2004). En el segundo, puede perjudicar el rendimiento laboral, causar daño y/o agravar problemas de salud ya existentes (Parra, 2003; Rodríguez-Ramírez, 2010). A cada ocupación, a cada trabajo, le son inherentes determinados estresores y riesgos, que
aumentan la probabilidad de desarrollar ciertas patologías o enfermedades Aqueveque, 2013). Específicamente los profesionales de la salud mental se encuentran expuestos a un tipo particular de factores de riesgo, al trabajar a diario con el sufrimiento de las personas. Según Figley (1995), dicho sufrimiento emocional a menudo es absorbido por el profesional. Algunos de los síndromes clínicos más frecuentes que se observan en ellos están relacionados con sintomatología ansiosa y depresiva, burnout, la dramatización secundaria y la fatiga por compasión (Behobi, 2015).
Colecciones
- Tesis de Grado [822]
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