Los fracasos del amor en las psicosis
Resumen
Nuestro texto presenta el siguiente orden expositivo, articulado a partir del desarrollo del estado de la cuestión; la delimitación de nuestros objetivos y el marco metodológico que encuadra nuestra investigación, los cuales conforman el primer capítulo. A continuación, en el segundo capítulo, las dificultades inherentes a la definición de amor en psicoanálisis son abordadas con el fin de restringir su polisemia al uso que haremos en este trabajo. Dicha definición requiere de subsidiarios acuerdos acerca del modo en que leemos los términos que implica: no hay relación sexual, pareja, inconciente son algunos de ellos. A partir de allí, en el siguiente capítulo trabajamos con la primera figura recortada: la erotomanía y en particular la apropiación que el psicoanálisis hace de esta categoría de la psiquiatría; el lugar que el amor ocupa en esta posición del sujeto y los modos en que puede funcionar: restitutivamente o bien como expresión de la metonimia delirante. Dado que la erotomanía muestra el modo en que el psicótico se vincula amorosamente con el Otro, se impuso como necesario un rodeo por las formas en que el psicótico puede relacionarse con otro en su dimensión de semejante, partenaire de una relación que puede (o no) ser amorosa. La noción de philia - examinada en el puntual uso que Lacan hace de la misma y sus derivaciones-; así como la revisión del lugar que el partenaire ocupa para el delirante cuando no es ubicado en el lugar del Otro, se desarrollan en el cuarto capítulo. En el quinto capítulo nos adentramos en las variantes que pueden asumir términos cuyo campo semántico se superpone: estabilización, suplencia pueden incluir al amor o realizarse merced al amor. Sinthome también se relaciona con esta serie y el Joyce de Lacan, considerado paradigma de un sujeto que remedia la supuesta Verwerfung sin desencadenamiento psicótico, es revisado a fin de extraer las peculiaridades de la relación con su mujer y su eventual vinculación con el anudamiento. A continuación, en el capítulo seis, nos dedicamos a la figura del amor extático a partir del planteo de Lacan en Seminario 3. Al ser planteada como una analogía con la “heterogeneidad radical del Otro”, nos abocamos en primer lugar a profundizar esta referencia en el marco del Seminario, a través de la caracterización de la que Lacan denomina exclusión del Otro. El otro componente de la analogía, el amor extático, también requiere su despliegue; ésta nos permite vislumbrar el alcance de la analogía entre la experiencia psicótica y un término propio de la configuración del amor puro. En el despliegue de estas referencias adquiere una importancia propia la frase de Lacan que sitúa el amor del psicótico donde la palabra está ausente y lo ubica detenido en la cáscara de una palabra. Desde aquí releemos las posibles significaciones del amor muerto. Las marcas de un caso clínico nos permitirán explotar esta indicación, quizás dibujar otra figura en el contexto del capítulo siete. Al llegar a nuestras conclusiones, recapitulamos los aportes y las zonas abiertas que deja el trabajo de investigación. Finalmente, existe un supuesto que aún no hemos explicitado y es el que sostiene nuestra posición respecto a las psicosis. Se trata del que ya un joven Lacan denominaba “valor humano de las psicosis” y nosotros leemos como aquel que, respetando las particularidades de la posición subjetiva, no la considera deficitaria en referencia a una normalidad neurótica –incluso en nuestros tiempos diríamos una normalidad de mercado- y procura dar cuenta de los peculiares efectos que el lenguaje tiene en el ser hablante cuando no se simboliza la falta. Es la de Lacan una posición -al decir de C. Soler (2011)- anti- segregativa, que no elude el padecimiento y el drama subjetivo del psicótico pero respeta su particular modo de hacer con él.
Colecciones
- Tesis de Maestría [28]
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