Doland Winnicott y Walter Benjamin, algunas afinidades en torno al concepto de experiencia
Resumen
El término “experiencia” aparece con mucha frecuencia tanto en el lenguaje vulgar como también en escritos de autores de la talla de Donald Winnicott (1896-1971), pediatra, psiquiatra infantil y psicoanalista, y Walter Benjamin (1892-1940), filósofo y crítico de la cultura. En el empleo más habitual y vulgar, “experiencia” alude a algo que se puede tanto poseer como de lo cual carecer: tener o no tener experiencia. Puede ubicarse en el amplio abanico que se abre entre algunas posibles cualidades, como por ejemplo: buenas o malas experiencias. Puede comunicarse o bien resulta incomunicable: transmisión de experiencias, opuestas a las que es necesario que cada uno realice en carne propia. Se circunscribe a lo más íntimo y personal al tiempo que encuentra posibilidad de generalizarse: entre la experiencia individual y las experiencias colectivas propias de una época, de una clase social, de un grupo de edad, etc. Además es un término que se afirma en la pertenencia al campo del conocimiento: saber algo por experiencia, o bien quedar del lado de un saber de rango menor, por decirlo de algún modo. A partir de esto último, ya podría decirse que en la experiencia, aún desde el empleo vulgar del término, si bien participa el intelecto hay presente algo que lo excede y reconduce al “vivir”. Es decir, en la experiencia se pone en juego algo más que el saber, como también algo más que las palabras. Al mismo tiempo pareciera que casi todo puede formularse apelando al término “experiencia”, incluso fuera del lenguaje vulgar: “experiencia de la guerra”, “experiencia analítica”, “experiencia del niño”, por citar algunos ejemplos. ¿Es posible precisar un poco más y especificar los alcances del concepto de experiencia? En un escrito temprano, que dataría de 1917 y que no fuera publicado por Benjamin, Sobre el programa de la filosofía venidera, formula la necesidad de un nuevo concepto de experiencia. Por su parte, también Winnicott comenzó a llamar la atención en cuanto al problema del ‘lugar’ de la experiencia, como aspecto descuidado en los escritos psicoanalíticos, y cuyo abordaje conformó un aspecto central en su original contribución. Es decir, los dos autores, a su modo, formularon su preocupación en cuanto al concepto de experiencia, con lo cual ya puede preverse que le asignan al mismo un lugar de cierta importancia. Sin embargo al aproximarnos a sus escritos, no resulta sencillo desentrañar sus contribuciones al respecto, dado que no aparece sistematizada y exige por lo tanto una tarea de investigación que reúna algunos fragmentos y reconstruya un tramo del aporte conceptual que ambos efectuaron.
Colecciones
- Tesis de Maestría [28]
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